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Qué cambios hormonales provoca SARMs
Los SARMs (moduladores selectivos de los receptores de andrógenos) son una clase de fármacos que han ganado popularidad en el mundo del deporte y el fitness en los últimos años. Estos compuestos se han promocionado como una alternativa más segura y efectiva a los esteroides anabólicos, ya que se supone que tienen menos efectos secundarios y una mayor selectividad en su acción. Sin embargo, a pesar de su creciente uso, todavía hay muchas preguntas sobre cómo afectan estos compuestos al cuerpo humano, especialmente en términos de cambios hormonales. En este artículo, exploraremos en detalle qué cambios hormonales pueden provocar los SARMs y cómo pueden afectar la salud y el rendimiento de los deportistas.
¿Qué son los SARMs?
Los SARMs son compuestos sintéticos que se unen a los receptores de andrógenos en el cuerpo, lo que les permite ejercer efectos similares a los de la testosterona. Sin embargo, a diferencia de los esteroides anabólicos, los SARMs tienen una mayor selectividad en su acción, lo que significa que se dirigen específicamente a los tejidos musculares y óseos, minimizando así los efectos secundarios en otros órganos. Esto los hace atractivos para los deportistas que buscan mejorar su rendimiento y aumentar su masa muscular sin sufrir los efectos secundarios negativos asociados con los esteroides.
Los SARMs se han utilizado en medicina para tratar enfermedades como la osteoporosis y la pérdida de masa muscular en pacientes con cáncer o VIH. Sin embargo, su uso en el deporte es controvertido y está prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y otras organizaciones deportivas.
¿Cómo afectan los SARMs a los niveles hormonales?
Los SARMs se unen a los receptores de andrógenos en los tejidos musculares y óseos, lo que les permite ejercer sus efectos anabólicos. Sin embargo, también pueden afectar los niveles hormonales en el cuerpo de varias maneras.
Supresión de la producción de testosterona
Uno de los principales efectos de los SARMs en el cuerpo es la supresión de la producción de testosterona endógena. Esto se debe a que los SARMs actúan como agonistas en los receptores de andrógenos en el hipotálamo y la glándula pituitaria, lo que inhibe la producción de hormonas luteinizante (LH) y folículo estimulante (FSH). Estas hormonas son responsables de estimular la producción de testosterona en los testículos. Por lo tanto, cuando se toman SARMs, los niveles de LH y FSH disminuyen, lo que a su vez reduce la producción de testosterona.
Un estudio realizado en hombres sanos que tomaron dosis de SARMs durante 12 semanas mostró una disminución significativa en los niveles de testosterona en comparación con el grupo placebo (Basaria et al., 2013). Además, se observó una recuperación lenta de los niveles de testosterona después de suspender el uso de SARMs, lo que sugiere que pueden tener un efecto prolongado en la producción de testosterona.
Aumento de los niveles de estrógeno
Además de suprimir la producción de testosterona, los SARMs también pueden aumentar los niveles de estrógeno en el cuerpo. Esto se debe a que la testosterona se convierte en estrógeno a través de un proceso llamado aromatización. Cuando los niveles de testosterona disminuyen debido al uso de SARMs, también lo hacen los niveles de estrógeno, lo que puede provocar una serie de efectos secundarios, como ginecomastia (crecimiento de tejido mamario en hombres) y retención de líquidos.
Un estudio en ratones mostró que el uso de SARMs aumentó significativamente los niveles de estrógeno en el tejido mamario, lo que sugiere que pueden tener un efecto similar en los seres humanos (Dalton et al., 2014). Además, un estudio en hombres que tomaron SARMs durante 12 semanas también mostró un aumento en los niveles de estradiol, una forma de estrógeno (Basaria et al., 2013).
Alteraciones en la función tiroidea
Otro cambio hormonal que puede ocurrir con el uso de SARMs es una alteración en la función tiroidea. La glándula tiroides es responsable de producir hormonas que regulan el metabolismo y el crecimiento. Los SARMs pueden afectar la función tiroidea al disminuir los niveles de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) y la hormona tiroidea T3 (Basaria et al., 2013).
Un estudio en ratones mostró que el uso de SARMs durante 4 semanas resultó en una disminución en los niveles de TSH y T3, lo que sugiere que pueden tener un efecto negativo en la función tiroidea (Gao et al., 2005).
¿Qué impacto tienen estos cambios hormonales en la salud y el rendimiento?
Los cambios hormonales provocados por los SARMs pueden tener un impacto significativo en la salud y el rendimiento de los deportistas. La supresión de la producción de testosterona puede provocar una serie de efectos secundarios, como disminución de la libido, disfunción eréctil, pérdida de masa muscular y aumento de la grasa corporal. Además, el aumento de los niveles de estrógeno puede provocar ginecomastia y retención de líquidos, lo que puede afectar negativamente la apariencia física y el rendimiento deportivo.
Además, los cambios en la función tiroidea pueden afectar el metabolismo y el crecimiento, lo que puede tener un impacto en la composición corporal y el rendimiento deportivo.
